Su padre dijo que el granero estaba prohibido, pero lo que encontró dentro tras la herencia lo cambió todo

En un rincón había una nevera antigua, desenchufada y cerrada con cinta adhesiva. Las telarañas colgaban como cortinas por todas partes. Y sin embargo… no parecía un búnker. O un refugio contra tormentas. Parecía… un almacén. Almacenamiento olvidado. Ordinario. Desordenado. Sin sentido. Claire exhaló y bajó la linterna.

De repente se sintió cansada, más que cansada. Agotada. ¿Esto era lo que le había dejado? ¿Este sótano húmedo lleno de muebles rotos y trastos? Tal vez era aquí donde su padre había tirado todas las cosas de las que no quería ocuparse. Tal vez el granero no había sido un regalo, sólo una idea tardía.