El comentario golpeó duramente a Andrew. Se inclinó hacia él y presionó: «¿Así que podría haber estado implicado en labores de inteligencia?» El empleado se encogió de hombros. «Es posible. Pero esos archivos están sellados y es probable que lo sigan estando durante décadas. Es mejor no husmear demasiado. Algunas cosas están destinadas a permanecer clasificadas para siempre»
Caminando por el pueblo, Andrew oyó susurros. Dos hombres hablaban en voz baja fuera del pub: «Ese es el nuevo amo de la finca. Ese lugar está maldito» «¿No se cayó por las escaleras la mujer de su tío?» «Caída, mi pie. La empujó» El veneno de sus voces hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Andrew.