La niñera oye ruidos en el piso de arriba, así que el padre comprueba la cámara oculta y capta una pesadilla en su cocina

Mientras caminaba por la calle tranquila, con el sol bajo contra los tejados, sintió que se le quitaba una extraña pesadez. Se había metido en lo que creía que iba a ser un simple trabajo de niñera y, en su lugar, había descubierto un secreto familiar.

La casa ya no parecía encantada. Los pasos en el piso de arriba tenían ahora un rostro. El miedo había desaparecido. Pero una cosa se le quedó grabada: Nunca volvería a ignorar lo que sentía en sus entrañas cuando algo no le parecía bien.