La ausencia de un método de contacto alternativo no hace sino aumentar la confusión. Los clientes, que esperan un número directo, se encuentran en un laberinto telefónico. El servicio de atención al cliente de esta empresa es tan desconcertante como su número de teléfono: ¡una mezcla de dígitos y letras!
Los clientes se preguntan si la comodidad estaba realmente en el corazón de este diseño, o si fue un mero descuido. Para una marca famosa por su innovación, esta función parece más un peligro potencial que una herramienta útil.