6. Calor extremo
En Dubai no sólo hace calor, sino que «se fríe un huevo en la acera». Con temperaturas veraniegas que pueden superar los 43 °C, en esta ciudad puede parecer que te has metido en una sauna que alguien olvidó apagar. Pero no todo es malo. El calor extremo es la excusa perfecta para ir a pasar el rato al Chillout Ice Lounge, donde las paredes están literalmente hechas de hielo. Aquí, en pleno centro de Dubai, encontrarás un refugio a seis grados bajo cero que ofrece un contraste chocante pero delicioso con el calor abrasador del exterior. Y no se preocupe, le tienen cubierto: en la puerta le proporcionarán cómodas parkas y sombreros. Sí, puedes pasar literalmente del desierto al paraíso invernal en cuestión de segundos.
Y aunque pueda pensar que el calor ralentiza la vida, ¡piénselo de nuevo! Dubai rebosa de actividades al aire libre durante todo el año, adaptadas al calor, desde golf nocturno hasta safaris por el desierto al atardecer. Además, no hay que olvidar los increíbles parques acuáticos y los lujosos clubes de playa de la ciudad, diseñados como las zonas chill-out definitivas para combatir el implacable sol. Al fin y al cabo, si la vida te da un desierto, ¿por qué no hacer un oasis?