Finalmente, el Dr. Kumar regresó con una sombría urgencia. «Tenemos que operar inmediatamente», dijo. «Hay algo dentro, pero no sabemos qué». Rohan firmó el formulario de consentimiento con manos temblorosas. Su cuerpo ya no le permitía negarse: estaba a merced de la ciencia y del destino.
En el quirófano, el ambiente pasó de rutinario a surrealista. Cuando el cirujano hizo la primera incisión, las enfermeras notaron algo extraño. El médico jefe se quedó inmóvil, mirando lo que había debajo. «Esto… esto no puede ser», murmuró. Llamaron a más especialistas.
Dentro de Rohan no había un tumor, sino una figura humana malformada y sin desarrollar, con extremidades, uñas e incluso dientes. La sala se quedó en silencio. El descubrimiento dejó atónitos a todos. ¿La explicación? Un raro trastorno conocido como feto en feto, en el que un gemelo parásito crece dentro de su hermano.