El debate mundial sobre la justicia al volante
Una multa de decenas de miles de euros por exceso de velocidad parece una barbaridad, pero en países como Suiza y Finlandia es la norma desde hace años. Allí, tus ingresos determinan la cuantía de la sanción.
La idea es sencilla: si una multa es un castigo, ¿no debería escocer a todos por igual? Un millonario apenas nota una multa de 200 euros, mientras que para alguien que gana el salario mínimo puede significar dejar de hacer la compra. Esa pregunta -¿cuál es un castigo realmente justo? – está dando que hablar más allá de las fronteras europeas.
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